CCPIP entrega reconocimiento al Grupo AJE por ser una empresa Aliada a los pueblos indígenas

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El martes 10 de agosto del 2021 se realizó el evento de reconocimiento al Grupo AJE por parte de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú – CCPIP por su contribución al desarrollo sostenible de las comunidades nativas a través de sus relaciones comerciales con los productores indígenas.

El Mg. Shuar Velásquez, presidente de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú, explicó que hace más de diez años cuando se hablaba de la necesidad de darle valor a los bosques (“conservación productiva”) existía gente que no entendía. Pero hoy la importancia de mantener los bosques en pie y darles valor es una necesidad de todas las comunidades. Es por eso por lo que el sector privado debe interesarse en cómo trabajar con las comunidades, cómo aprovechar los recursos propios de la naturaleza, pero de manera sostenible.

En el evento se contó con la presencia de Irene Pinedo, lideresa indígena Bora y presidenta de la Federación de Mujeres Indígenas Artesanas de Loreto FEMIAL-CONAP. Ella explicó que la federación agrupa a 130 mujeres con el objetivo de fomentar la valoración de su trabajo, sus artesanías y su lengua materna. Buscan demostrar que las mujeres indígenas también aportan tanto en la economía como en las actividades domésticas. Pinedo menciona que a través de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú–CCPIP buscan promover programas de desarrollo para las mujeres, de conservación de bosques y programas que fortalezcan e incentiven la formación de los jóvenes.

RECONOCIMIENTO
La CCPIP reconoce el esfuerzo de las empresas que cumplen las Cuatro Erres de la Indigeneidad Global. Estos cuatro principios han sido desarrollados por la organización indígena estadounidense Americans for Indian Opportunity (AIO) como parte de su misión para empoderar a los indígenas y son comunes para todos los pueblos indígenas a nivel mundial. La CCPIP los ha adecuado al contexto peruano pues son esenciales como guía para todo accionar de la institución y sus aliados:

1. RELACIONES
Los seres humanos somos “uno solo” como especie. Por eso, nadie debe cerrarle la puerta a nadie. Se debe cooperar, dentro de las posibilidades de cada uno, sin importar la raza, el color y la religión.

2. RESPONSABILIDAD
La responsabilidad principal es cuidar al ser humano. Por eso, debemos ayudar para que desarrollen sus potencialidades. El “Buen Vivir” es esto: el crecimiento de la persona como valor absoluto. En la medida que cuidamos al ser humano cuidamos también de su entorno. Por eso, hay que ser meticulosos con el tema del impacto ambiental y el entorno social.

3. RECIPROCIDAD
“Articular y entender que todas las cosas están conectadas y que son cíclicas es fundamental para entender cómo nos integramos al mundo”. Un favor hecho, un bien realizado, se devuelve. Es la garantía de la consolidación del lazo personal e institucional.

4. REDISTRIBUCIÓN
Compartir nuestros recursos. Las tradiciones colectivas de nuestras comunidades nos enseñan que el buen vivir del pueblo no se deriva de la riqueza propia. La prosperidad se debe compartir para fomentar el buen vivir de todos. En el contexto de la sociedad contemporánea, esto incluye compartir información, sabiduría y recursos económicos.

El reconocimiento al Grupo AJE prima en su esfuerzo y compromiso con los pueblos originarios, con la naturaleza y con las Cuatro Erres de la Indigeneidad Global.

Jorge López-Dóriga, director global de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE, sostuvo que es un orgullo para AJE recibir el diploma de empresa aliada de los pueblos indígenas pues es un trabajo sentido el que viene realizando la empresa. Este trabajo nace del creer en el futuro de la Amazonía; en el futuro de las relaciones entre las empresas privadas y las comunidades amazónicas. Es por eso, menciona, que es necesario crear cadenas de valor sostenibles que protejan los bosques y que los mantengan en pie. AJE ha creado cadenas de valor para el aguaje, camu camu, cocona y aguaymanto a través de sus bebidas y, con esto, invita a que los propios productores indígenas sean los que enseñen, bajos sus propias reglas y principios, cómo conservar nuestra biodiversidad, cómo integrarse a la economía de mercado y así educar a sus hijos y tener un futuro sostenible.