El Tarimat Pujut el buen vivir de los pueblos awajún y wampís de Perú y su relación con el cacao
Los pueblos awajún y wampís o también llamados “aguarunas y huambisas” son dos pueblos indígenas provenientes de la raíz lingüística jíbara. Estos pueblos se ubican en los departamentos de Loreto, Amazonas, Cajamarca y san Martín, al norte de Perú.
En la actualidad, los pueblos awajún y wampís enfrentan varias dificultades estructurales. Una de ellas, y quizás la principal, es la necesidad de generar economía sostenible que pueda proveerles de recursos monetarios. Estos recursos podrían mejorar ciertos aspectos de sus condiciones de vida. Producto de los impactos de los occidentes, los awajún y wampís requieren educar a sus hijos y tener acceso a sistema de salud intercultural adecuado, algo que el Estado Peruano difícilmente los provee.
Es en el marco de esta necesidad que estos pueblos vienen teniendo una relación comercial con el cacao: están procurando darle valor a un producto milenario y con mucha historia. En la actualidad, el cacao es uno de los principales productos que mueven la economía local.
La posibilidad de establecer alianzas para generar mayores beneficios a los productores es una necesidad creciente entre los awajún y wampís. Desde la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú, organización nacional indígena en el Perú, abocada exclusivamente a generar iniciativas de desarrollo, venimos impulsando varios proyectos a los pueblos originarios.
Uno de ellos es, por ejemplo, el Sello del Buen Vivir. Como sabemos, gran parte de los sellos, como son de comercio justo o de si un producto es orgánico o no, provienen de agencias americanas europeas. Pero no existe, hasta ahora, en el mercado peruano o latinoamericano, un sello dado por los indígenas. Los productos provenientes de territorios ancestrales no tienen pesticidas y tampoco proceden de zonas deforestadas. Este potencial no está siendo valorada en el mercado.
En este sentido, hemos visto conveniente contar con un sello indígena para productos del mercado que obedezcan a tres criterios:
- Que sean productos bajo el criterio de la equidad económica, es decir, que no existan abusos entre el comprador y vendedor.
- Que sean productos extraídos bajo el principio de la no deforestación, es decir, que apoyen la conservación productiva de los bosques.
- Que sean productos extraídos respetando los valores de los pueblos indígenas, es decir, respetando la cultura.
El Sello del Buen Vivir es la traducción, al mundo del mercado, de la visión indígena del desarrollo. Esto nos permitirá atraer inversiones más sostenibles en nuestras comunidades, contribuir a la mitigación del cambio climático y crear mejores oportunidades.
Con labores como estas creemos que los awajún y wampís estarán mejor empoderados social y económicamente. En el pasado, las armas y el espíritu de lucha fueron sus principales virtudes para hacer frente a las amenazas de guerra externas. En la actualidad, sin embargo, existen otros enemigos, quizás mayores y más temibles. Es por eso que debemos estar preparados y proyectos como el Sello del Buen Vivir de la Cámara de Comercio Indígena son los mejores escudos para revertir los golpes y mirar con optimismo el futuro.