Empresarios indígenas presentaron su Cámara de Comercio
Después de más de 5 años de proceso formativo, lanzan formalmente la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú, organismo que agrupa, empresarios y emprendedores indígenas de todo el país.
En el desarrollo del Foro: “Empresas y empresarios indígenas: estrategias para superar la exclusión económica” realizado el 20 de noviembre se lanzó formalmente la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú (CCPIP).
En la inauguración intervino su presidente Shuar Velásquez, quien manifestó que la formación de la CCPIP como proyecto empresarial indígena se inicia el año 2012 con participación de empresas y asociaciones productivas comerciales indígenas, jóvenes líderes regionales y organizaciones nacionales como la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP).
Continuando con su intervención Shuar Velásquez del pueblo Wampís señaló que: “La Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú es el producto de un análisis profundo de las nuevas problemáticas de los pueblos indígenas de la Amazonía y de la necesidad de dar soluciones, desde nuestros propios parámetros, y generar oportunidades».
«La Cámara es el resultado también del aprendizaje internacional de otros pueblos originarios como del Canadian Council for Aboriginal Business (Consejo Canadiense para los Negocios Aborígenes, CCAB) y del Advancement of maori Opportunity (AMO) de Nueva Zelanda, como ejemplos de participación económica con identidad indígena” agregó.
Importancia de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas
Shuar Velásquez destacó que los pueblos indígenas de la Amazonía peruana emprendieron diversos procesos de lucha política los últimos 40 años, sin poder dar luces suficientes sobre la economía y los nuevos problemas que actualmente padecen.
En este contexto surge la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas como una instancia nacional para trabajar todo el universo complejo de la economía y promover las oportunidades para el beneficio de las comunidades indígenas, manifestó Shuar.
¿Quiénes y cuántos participan?
La CCPIP agrupa actualmente 23 empresas indígenas de los pueblos Awajún, Shipibo, Wampís, Matsiguenga, Cocama, Yine, Yánesha, Ese Eja, y Matsés. Coordinan con emprendedores y asociaciones productivas comerciales brindando soporte técnico y académico, apoyando la defensa de sus derechos económicos ante el Estado y la sociedad civil.
Por otro lado, vienen generando alianzas estratégicas con sectores empresariales dentro del marco de los negocios sostenibles, con estricto cuidado del medio ambiente, a la par ayudando a resolver problemas de educación, salud, infraestructura y empleo y sobre todo sin arriesgar la pertenencia cultural indígena.
Experiencias de empresarias indígenas
Erika Caro Katashunga, lideresa emprendedora, gerente de la Cooperativa Esperanza del Bosque – Loreto, cuya comunidad se encuentra a 7 horas de Iquitos, manifiesta que inicialmente se asociaron como comité de artesanos para trabajar con tejidos a base de fibra de la palma chambira.
La lideresa mostró a través de diapositivas de PowerPoint, imágenes y explicó la elaboración de productos como cestas, bolsos, sombreros y otros objetos decorativos a base de la fibra de la palmera, cuyos productos exportan a Estados Unidos.
Los trabajos que realizan son una ayuda para que las familias de la cooperativa mejoren su calidad de vida; además vienen recibiendo capacitaciones para optimizar su productividad. En el proceso de los trabajos y actividades empresariales se enteran de la CCPIP, y están en proceso a ser miembros.
Cuenta la emprendedora Erika Caro, que madereros de la zona del Alto Nanay eran estafados al vender madera a ilegales. Ahora, bajo su influencia y enseñanza, se dedican a tallar madera dura que convierten en obras de artesanía, y con este valor agregado tienen mejores ingresos. Este tipo de actividad permitiría disminuir la tala indiscriminada de la madera, agrega la lideresa emprendedora.
Por su parte Leónidas Arroyo, presidente de la Asociación de Emprendedores Matsiguenga (ASEMA), cuenta que ya son 8 años de emprendimiento. Narra que para llegar a esta acción y formalizar la empresa pasaron varios años.
El año 2008 en la comunidad de Camisea, tuvieron compensaciones económicas de Repsol, Pluspetrol y otras empresas de la zona. Entonces, a partir de esto nace la idea de formar la asociación ASEMA, con la finalidad de invertir empresarialmente el dinero de la compensación. Trabajan 5 ejes estratégicos, siendo del eje productivo la actividad generadora de ingresos económicos.
La empresa se dedica exclusivamente a dar servicio especializado en logística integral, transporte y custodia fluvial, gestión de campamentos, entre otros. Es un emprendimiento de origen comunal matsiguenga.
«Lo que ganamos es para la comunidad, para los comuneros», señala Leónidas. Asimismo, manifiesta que tienen capacitaciones permanentes para las mujeres en temas de cocina, capacitaciones en educación y asegura que la empresa está en crecimiento, y hace poco inauguraron un grifo, siendo cada vez más los activos de la empresa.
Retos para hacer negocios con los pueblos indígenas
En su intervención, José Álvarez, Director Nacional de Estrategia y Sostenibilidad de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), muestra fotografías de los trabajos que realizan las integrantes de la Cooperativa Esperanza del Bosque, y señala que hacen maravillas con las hojas y con las semillas, joyas de semillas, todo esto manejado sosteniblemente, asegura.
En otro orden de apreciación Álvarez dice que los pueblos indígenas están enfrentando un enemigo absolutamente imparable: la globalización y el mercado.
El mercado viene avasallando pueblos indígenas en todo el mundo, el mercado se está llevando la Amazonía a su paso, está ya destruido el 20%, y probablemente en menos de 20 años se va a destruir otro 20%, lo que implicaría por factor climático que la Amazonía se convertiría en una sábana y dejaría de ofrecer servicios ecosistémicos al mundo, acotó.
Esta situación grave de cambio climático, hace que se busquen estrategias. El reto es, ¿cómo conservar esa Amazonía y permitir que los pueblos indígenas se desarrollen?.
¿Es posible hacer negocio con el bosque en pie? se pregunta y responde que, si es posible, es rentable y los mercados que hoy día están amenazando pueden ser la solución con un giro de estrategias sostenibles.
¿Cómo derrotar al mercado con sus propias armas? La solución está en ejemplos como mostró la experiencia Erika Caro, ¿qué significa esto?, hoy día los mercados están pidiendo cada vez más productos que tengan baja huella de carbono, que sean sostenibles, que sean equitativos y que vengan de lugares donde las comunidades reciban un trato justo y el medio ambiente sano, agrega Álvarez.
¿Alguna vez las empresas indígenas han recibido un crédito de parte del Estado? Nunca, sin embargo, invirtieron cientos de millones promoviendo agricultura y ganadería, absolutamente ruinosa, destructiva del medio ambiente, destructiva de la cultura de las comunidades, porque las comunidades indígenas no son agricultoras ni ganaderas, son bosquesinas.
Se trata de culturas asociadas con el manejo de los recursos del bosque. Nunca el Estado invirtió en esto. La solución está en invertir en proyectos sostenibles de las comunidades indígenas, destaca el especialista Álvarez.
Muchas oenegés imitando al Estado se han dedicado a promover que sus cultivos sean más rentables, incentivando realizar agricultura en las comunidades indígenas. Si nos unimos para desarrollar bionegocios, pertinentes culturalmente, ambientalmente sostenibles, respondiendo demandas de mercado, podemos hacer de la Amazonía un emporio de riqueza sostenible, aseveró el expositor.
Por otro lado, apunta que los negocios sostenibles tienen que lidiar con un montón de obstáculos; sin embargo, las empresas depredadoras del medio ambiente, tienen mejor apoyo, como es el caso de los productores de palma aceitera y los productores de carne (ganaderos).
Los venidos de otros mundos son los destructores… el mundo nos pide conservemos a la Amazonía, termina Álvarez.
A su turno, Miguel Ferré, director del PAD-Escuela de Dirección, recuerda cuando Shuar Velásquez le manifestaba que las comunidades necesitan atención de salud, educación y acceso al mercado. Yo decía el tema de educación y salud va por un lado, pero, ¿cómo es eso de acceso al mercado?
Entonces me indicaba que cuando van los acopiadores a comprar cacao y otros productos, los precios no eran apropiados, por allí el refrán “si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña”.
Eso se traduce en cómo hacemos para llegar al mercado, ¿qué es el mercado?, es un lugar donde se venden todos los productos caros, por eso en lugar de que la gente vaya al mercado, por qué el mercado no viene al lugar. Es decir que los empresarios hagan negocios conjuntos.
Miguel Ferré, manifiesta que durante varios años con la CCPIP intentaron que varios empresarios vayan al lugar y conozcan la zona. Algunos estaban interesados, pero no se concretaba, por lo menos en la zona awajún y wampís. Manifiesta que compraron un terreno de más de 300 ha, cerca de Santa María de Nieva para procesar productos y atraer al empresariado.
En su alocución Marvin Zeifman, presidente de Organic Rainforest Company, de nacionalidad canadiense, viviendo 42 años en Perú, manifiesta tener muy buenas experiencias en Perú. Empresarialmente también trabaja en Brasil y Colombia con una oficina principal en Lima.
Respecto a la importancia del comercio de los pueblos indígenas, manifiesta que el Congreso y las autoridades están centralizados en Lima, las inversiones son en Lima y Callao, las provincias son prácticamente abandonadas, no son atendida por el Estado, señala Zeifman.
¿Cómo las comunidades originarias tienen poder? Solo hay una forma, estando unidos. ¿Cómo vamos a estar juntos como empresarios? Responde Zeifman: la unidad tiene que ser a través de la CCPIP. Hay mercados para artesanías, hay mercado para todo, pero ¿cómo sabemos?, ¿cómo nos enteramos dónde se están realizando las ferias? Para todo esto se necesita participar de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas, subraya Marvin.
La CCPIP cuenta con la data, con la información, se gana mucho más con la participación en la Cámara. Cuando se trabaja con comunidades pequeñas, siempre va a ver la necesidad de contar con factura, logística y otras documentaciones, todo ello puede ser orientado por la CCPIP agregó el empresario Zeifman.
Ceremonia de reconocimiento a personalidades que apoyaron la construcción de la CCPIP
La directiva de la CCPIP reconoce a personalidades no indígenas, que guiaron el nacimiento y caminar de la Cámara de Comercio.
Miguel Ferré Trenzano, Director del PAD-Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, Polo Suarez empresario, Jorge López Dóriga, José Álvarez Alonso, Director Nacional de Estrategia y Sostenibilidad de Naturaleza y Cultura Internacional, a cada uno de ellos se les reconoció por el apoyo, el acompañamiento y por ser un aliado.
Cada integrante de la directiva entregó la lanza wampís-awajún, símbolo de identidad, por apoyarlos permanentemente en todo el proceso de marcha institucional de la CCPIP.
Las empresas indígenas en Canadá
El conferencista JP. Gladu, del Consejo Canadiense para los Negocios Aborígenes (CCAB) informa que la organización cuenta con 550 miembros, 70 % indígenas, 30 % no son indígenas. Asegura estar trabajando no solamente por su gente sino también por todos los canadienses en general, porque también tienen la necesidad de desarrollar negocios juntos.
La organización CCAB es sin fines de lucro, generan sus ingresos a través de la membresía de los socios, un tercio de los ingresos es a través de eventos y patrocinios y el otro restante a través de investigaciones que realizan.
«Bueno, ustedes me ven ahora con mi terno, sin embargo, yo soy un hombre de tierra, yo cazo, yo pesco, también soy leñador, mis padres mis abuelos también fueron leñadores; realmente, me apasiona la tierra», manifestó Gladu.
«Somos los rectores, los protectores de la tierra, los defensores de la tierra, somos aborígenes. Cuando no tenemos qué cazar, qué comer entramos en pánico», afirma el conferencista.
Hay diferencias entre Perú y Canadá, nosotros tenemos derechos indígenas, estamos protegidos por la constitución, nuestros tratados han sido firmados hace 200 años o más, nosotros nos basamos en la idea de compartir los recursos. Siempre les recordamos a los gobiernos que los tratados son documentos vivos que se tienen que respetar y si no son respetados llevamos a la industria y al gobierno a la corte, asevera Gladu.
Asegura que ganaron el 90 por ciento de casos llevados a la corte (judicializados), en Canadá aun cuando ha mejorado mucho —el derecho del indígena—, igual todavía tenemos mucho trecho que recorrer, sentenció.
Por otro lado, «la Comisión de la verdad y la reconciliación, que tiene más o menos un año de funcionamiento, hace que tenemos que reconciliar nuestras diferencias de la gente indígena y los canadienses, la gente indígena y el gobierno, la gente indígena y los negocios», señala el expositor.
«He escuchado las presentaciones de hoy día, deduzco que también tiene que haber una reconciliación entre nosotros mismos, entre nuestra propia gente, entender que somos diversos no somos iguales, aun cuando somos indígenas todos». Gladu.
Continúa su intervención Gladu. «La gran mayoría queremos desarrollar nuestros recursos, es una oportunidad para desarrollar nuestra economía, pero también hay miembros de la comunidad que no quieren ningún tipo de desarrollo, porque ellos piensan que se daña, yo creo en un desarrollo de recurso responsable, las empresas comunitarias son las que luego pueden rehabilitarla».
«Esta conversación que se está dando en mi país es realmente nuevo, la gente indígena en los últimos 25 años nos hemos venido empoderando y tenemos que tener estas conversaciones duras, difíciles, sobre qué cosa queremos ser y ver como indígenas. Los valores no son muy diferentes entre la gente no indígena, ambos necesitamos ingresos para poder sostener a nuestras generaciones futuras», agregó.
Según da a conocer Gladu en Canadá existen 40 mil empresas indígenas sin olvidar que se tiene el ártico con los Inuit también. El conferencista recomienda aprovechar las oportunidades de las actividades empresariales, principalmente para el crecimiento de la economía indígena.
Hablando de los flujos económicos movidos por las empresas originarias en Canadá, indica que los indígenas contribuyen con 32 mil millones de dólares a la economía, casi 12 mil millones de dólares provienen de las empresas indígenas.
Finalmente, el evento empresarial indígena fue clausurado por Carlos Loret de Mola Viceministro de Gobernanza Territorial, destacando los desafíos que nos impone el cambio climático. “Sin los conocimientos tradicionales, ancestrales de las comunidades indígenas, no creo sobrevivamos. No lo vamos a lograr si no escuchamos a nuestros pueblos indígenas aquí y en el resto del mundo”.
El evento de lanzamiento fue posible gracias al apoyo de la Embajada de Canadá en el Perú y el PAD-Escuela de Dirección.
(Por Donofré Chuco Castro: Servindi)